Interesante, entretenido y con cierta polémica el partido
inaugural del Mundial 2014, del que podemos sacar nuestras primeras
conclusiones (con los concienzudos análisis de Carlos), y lo que a mí más me
interesa... historias, curiosidades y anécdotas que os iré contando por este
medio.
Hoy vamos a hablar sobre el origen de las tarjetas (amarilla
y roja), pues ayer ya tuvimos a los 4 primeros amonestados.
Antes de que las tarjetas existieran lo habitual era que los
árbitros amonestasen a los jugadores verbalmente, lo que creaba cierto caos y
confusión, ya que muchas veces ni los propios amonestados sabían que lo habían
sido.
Durante la disputa de unos cuartos de final entre Inglaterra
y Argentina en el Mundial de 1966, Rudolf Kreitlein (el polémico árbitro de la
contienda) amonestó verbalmente a Charlton... pero al parecer no lo hizo de
manera clara y casi ninguno de los presentes se enteró, lo que hizo que el
seleccionador inglés elevara una queja formal; expulsó al jugador argentino Rattin,
que no abandonaba el campo debido a que no entendía la causa de su expulsión
(llegó a pedir un intérprete para poder hablar con el árbitro), etc...
Había que inventar un método que de una manera visible
permitiera a los jugadores, cuerpos técnicos, prensa y aficionados saber cuando
alguien era amonestado; y en éstas que apareció Keneth George Aston, un ex-árbitro
inglés que ideó un sistema basado en los semáforos y sus señales de advertencia
(amarillo=precaución / rojo=parar, expulsión).
Este novedoso sistema se aplicó por vez primera en el
Mundial de México en 1970, surgiendo el primer amonestado por amarilla en el
partido inaugural (México-URSS), el soviético Kakhi Asatiani; teniendo que
esperar para la primera expulsión por tarjeta roja directa hasta el Mundial de
Alemania en 1974, siendo el protagonista Carlos Caszley en el minuto 67 del
Alemania Federal-Chile (1-0) que se celebró en el Olympiastadion de Berlín el
14 de Junio de dicho año, arbitrado por el turco Dogan Babacan.
@joserra_torres
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