¿Y como funciona el detector de goles? Son siete cámaras en cada área situadas estrategicamente, que captan a 500 fotogramas por segundo cuando entra el balón procesando la imagen en 3D. Cuando reconoce que el balón ha traspasado la línea, al colegiado le llega un aviso inmediato en un reloj especial que lleva.
El
detector de goles está formado por 14 cámaras, siete en cada área, que
registra todas las imágenes, llegando a 500 fotogramas por segundo.
Cualdo el balón traspasa la línea, avisa de inmediato al árbitro.
"Fue
un córner que sacó Víctor, la tocó Maceda y enganché una gran volea. A
mí me pareció que entró, aunque pensé que eran cosas mías, pero cuando
protestó Víctor, que lo había visto.... Creo que fue más error del
línea. Chapurreando inglés, casi como McEnroe, le dije al árbitro que la
bola entró, pero nada".
"Fue
un córner que sacó Víctor, la tocó Maceda y enganché una gran volea. A
mí me pareció que entró, aunque pensé que eran cosas mías, pero cuando
protestó Víctor, que lo había visto.... Creo que fue más error del
línea. Chapurreando inglés, casi como McEnroe, le dije al árbitro que la
bola entró, pero nada". Así explicó en su día Míchel a MARCA la
injusticia que aún tienen grabada a fuego varias generaciones de
españoles, aquellas que no crecieron rodeadas de los éxitos que hoy
acumula La Roja. El gol mal anulado por el australiano Bambridge en
Jalisco en el Mundial de México 86 es el recuerdo que queda del último
precedente entre Brasil y España en partido oficial.
"Fue
un córner que sacó Víctor, la tocó Maceda y enganché una gran volea. A
mí me pareció que entró, aunque pensé que eran cosas mías, pero cuando
protestó Víctor, que lo había visto.... Creo que fue más error del
línea. Chapurreando inglés, casi como McEnroe, le dije al árbitro que la
bola entró, pero nada". Así explicó en su día Míchel a MARCA la
injusticia que aún tienen grabada a fuego varias generaciones de
españoles, aquellas que no crecieron rodeadas de los éxitos que hoy
acumula La Roja.
"Fue
un córner que sacó Víctor, la tocó Maceda y enganché una gran volea. A
mí me pareció que entró, aunque pensé que eran cosas mías, pero cuando
protestó Víctor, que lo había visto.... Creo que fue más error del
línea. Chapurreando inglés, casi como McEnroe, le dije al árbitro que la
bola entró, pero nada". Así explicó en su día Míchel a MARCA la
injusticia que aún tienen grabada a fuego varias generaciones de
españoles, aquellas que no crecieron rodeadas de los éxitos que hoy
acumula La Roja.
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